El IEE presenta el informe de Coyuntura Económica “No perder la confianza que tanto costó recuperar”
- El IEE prevé un crecimiento de la economía española del 2,8% en 2018 y de un 2,3% para el próximo año.
- El informe señala que debemos evitar el incumplimiento del déficit por el incremento del gasto y elevar el potencial de crecimiento de la economía, para lo que es fundamental limitar los impuestos y proseguir con las reformas estructurales.
- Desde el IEE se pide, sobre todo, preservar el estado de confianza actual en la economía española, ya que ésta se pierde fácil y rápidamente y se gana difícil y lentamente, como nos enseña la experiencia de estos últimos años.
Madrid, 27 de junio de 2018. El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha presentado su informe de Coyuntura número 68, elaborado a partir de las conclusiones obtenidas en la reunión celebrada el 30 de mayo, en la que participaron destacados economistas del sector privado y de la Universidad. El informe presentado por José Luis Feito, Presidente del IEE, bajo el título ‘No perder la confianza que tanto costó recuperar’, indica que la economía mundial ha frenado el ritmo de crecimiento en el primer trimestre del año, aunque las perspectivas siguen siendo positivas. En Europa, el ascenso de partidos populistas antieuropeos en los últimos años, que propugnan la ruptura del euro y de la UE, continúa siendo un desafío político que socava la credibilidad de la moneda única y el futuro del proyecto europeo. La economía española sigue exhibiendo un notable dinamismo. Desde el IEE hemos mantenido la previsión de crecimiento que hicimos al final del año pasado para 2018 (el 2,8%) y estimamos una tasa del 2,3% para el año próximo. El escenario macroeconómico del IEE para 2018 y 2019 está construido sobre la base del mantenimiento de los Presupuestos expansivos del PP para este año por el nuevo Gobierno del PSOE y la prórroga de dichos Presupuestos para 2019. En ambos años, especialmente en el 2019, estimamos que no se cumplirán los objetivos de déficit. De esta manera, y puesto que es bastante probable que el Ejecutivo incremente el gasto extrapresupuestario, el objetivo de déficit para el año 2019, que ya era de por sí de difícil cumplimiento, en el -1,3%, estimamos que cerrará en el -2,3% del PIB (en 2018 será de un -2,6%, que supone una desviación de 4 décimas respecto al objetivo del Programa de Estabilidad). Aunque, de cumplirse nuestras previsiones, España saldría del Protocolo de Déficit Excesivo, siendo el único país que todavía está bajo este procedimiento, sin embargo, dado el crecimiento económico experimentado por nuestro país, la senda de reducción del déficit de los últimos años se torna claramente insuficiente. La vuelta a la indiciación de las pensiones con el IPC supondrá un incremento del gasto de 1.500 millones de euros este año y 2.000 millones el año próximo. Esta nueva situación es preocupante y hace más urgente la necesidad de reformar el sistema de pensiones para que sea viable y sostenible en el tiempo. Por otro lado, se incrementará el gasto público de la Seguridad Social, siendo ya este deficitario. La subida pactada de las pensiones del 1,6% para 2018 y 2019, y el retraso de la aplicación del factor de sostenibilidad hasta 2023, elevarán el gasto y supondrán una limitación adicional para el cumplimiento de los objetivos de déficit público tanto en el corto como en el largo plazo. Diversas medidas anunciadas, entre otras la posibilidad de suprimir el copago farmacéutico a los pensionistas, así como la finalización de las concesiones de las autopistas de peaje en los próximos meses, tendrían un impacto negativo adicional en las arcas públicas. En este último caso, el coste presupuestario ascendería a 437,50 millones de euros anuales, por dos motivos: por un lado, el Estado se tiene que hacer cargo del gasto estimado en 85 millones anuales en concepto de conservación y mantenimiento con cargo al Presupuesto público; y, por otro lado, dejaría de recaudar 352 millones anuales en concepto de retorno fiscal de las empresas concesionarias. El coste de oportunidad de no continuar con el sistema de peaje se situará en torno a 10.340 millones de euros, que es la cantidad que el Estado percibiría por volver a sacar a concurso las autopistas de peaje vencidas. Debemos resaltar que tanto la reforma laboral como la necesaria reestructuración del sistema financiero son dos pilares que han reforzado la capacidad de resistencia de nuestra economía y han mejorado las perspectivas de creación de empleo, por lo que deberían seguir por esa senda. Pero no debemos olvidar que la inestabilidad política, el conflicto en Cataluña y la imposibilidad de formar Gobiernos fuertes que puedan emprender reformas y no se dejen arrastrar por impulsos populistas son factores que pueden dañar la credibilidad del país y deteriorar las expectativas; lo cual puede ser peligroso dado nuestro elevado nivel de endeudamiento público y la presión futura sobre el mismo que se derivará del envejecimiento y sus efectos sobre el sistema de pensiones. Como nos enseña la experiencia de los últimos años, esta credibilidad se pierde fácil y rápidamente y se gana difícil y lentamente. Es, por eso, vital preservar el estado de confianza actual en la economía española y satisfacer las expectativas con las que los mercados han recibido al nuevo Gobierno. Solo así se podrá seguir avanzando simultáneamente en la reducción del paro y en la mejora de los salarios reales. Todas las aspiraciones políticas, por loables que sean, deben subordinarse a esta meta para no interrumpir la expansión y alejar los riesgos de volver a un pasado que no se puede repetir.
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