El elevado precio del suelo y su repercusión en el coste de los inmuebles es uno de los problemas económicos con mayor incidencia en el bienestar social. La abundancia de suelo vacante no se concilia con su desmesurado precio y evidencia que el mercado del suelo en España no funciona eficientemente. Este hecho se debe al excesivo intervencionismo de la regulación urbanística vigente que dificulta el desarrollo del libre mercado. Por todo ello, la reforma de la Ley del Suelo debe liberalizarlo incrementando su oferta y abaratando su transformación de rústico a urbano.

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