La capacidad innovadora de las empresas españolas mejora, pero sigue siendo insuficiente

La capacidad innovadora de las empresas –es decir la generación de nuevos productos, procesos y/o servicios- es un pilar fundamental para la competitividad de una economía, entre otros por la necesidad de adaptarse a los cambios derivados de la globalización de los mercados. Aunque España cuenta con grandes empresas que están entre las más innovadoras del mundo, el conjunto empresarial en su totalidad todavía sigue lejos de los países punteros. Así se desprende de la clasificación que publica el Institute for Management Development en su Anuario de Competitividad 2014. El ranking se ha elaborado a través de una encuesta representativa entre directivos de empresas.

Israel, Estados Unidos, Suiza, Dinamarca y Alemania son los cinco países mejor clasificados de un total de sesenta en el ranking de capacidad innovadora de sus empresas. Malasia, Suecia, Irlanda, Finlandia y Japón completan la lista de los diez primeros, entre los que figuran cinco países de la UE. Entre los veinte mejores están Austria, los Países Bajos y el Reino Unido y a continuación Luxemburgo, Francia, Bélgica, Italia, Lituania y Estonia. España ocupa el puesto 33. Ello implica una mejora considerable frente al 2012 en el que todavía estábamos en el puesto 44, pero es indudable que no llegamos ni de lejos a los países más avanzados. Por detrás de nosotros se sitúan la República Checa (36), Portugal (40), Eslovenia (44), Polonia (45), Grecia (47) y Hungría (48). Los países peor clasificados de la UE son Eslovaquia (54), Rumanía (57), así como Bulgaria (59) y Croacia (60), que son los últimos del ranking internacional. CAPACIDAD INNOVADORA DE LAS EMPRESAS -Puntuación de 10 (máximo) a 0 (mínimo)-