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07/03/2012

Primeros pasos de políticas económicas

IEE en los medios
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[highlight style="light"]Artículo de Joaquín Trigo, Director General del IEE, publicado en El Periódico de Catalunya [/highlight]   La normativa generada por el Gobierno en sus primeros pasos, fiscalidad, gasto y empleo, es adecuada, aunque incompleta y compleja. Lo último deriva de los efectos, necesarios, pero contrapuestos, del aumento de la tributación y facilidad para generar empleo y/o ajustar plantillas. La primera reduce los recursos monetarios en poder de las familias y deterioran el poder de compra, lo que rebaja las ventas y los precios. En este marco se reduce la necesidad de nueva contratación laboral y las empresas procuran no aumentar sus efectivos, con lo que, en un primer momento, los cambios que quieren eliminar el miedo a contratar solo se aprecian en las empresas que tienen una demanda poco sensible a las fluctuaciones en el nivel de actividad.   El gasto público no siempre es un buen acicate para la inversión y el empleo. Los reiterados intentos de usarlo como motor de arranque de la recuperación sirvieron de poco y dejaron sin cobrar las facturas que Ayuntamientos y algunas Autonomías dejaron sin pagar. De ahí la necesidad de reducir un gasto, gravoso e ineficaz, que se ha convertido en una rémora para el crecimiento y que afecta tanto a los suministradores como a los trabajadores que se contrataron para aportar servicios y obras, caros e innecesarios, que se aportaron sin que se pagaran en su momento.   La oferta de pago de las deudas municipales por el Gobierno Central es conveniente, especialmente si se justifica la pertinencia de las actuaciones hechas y la responsabilidad de los actuarios. En este orden de cosas, también debe demostrarse la necesidad que llevó a aumentar las plantillas y los estipendios percibidos por los responsables. Estas medidas deben ampliarse a todas las AA. PP. y a los cargos elegidos, no tanto porque se vaya a encontrar un pozo de recursos tributarios, sino por un criterio de transparencia y rigor que una a la ciudadanía evidenciando que la situación afecta a todos y se asume, también por todos.   El problema y la pregunta que acompaña a las medidas es muy clara: ¿Cuándo volverán a bajar los impuestos y se iniciará la recuperación del empleo?. La respuesta, por el contrario, es difícil porque sólo en parte está en manos de la autoridad económica, que no sabe cuántas nuevas facturas aparecerán, cuál será el tipo de interés que deba pagarse por la financiación externa que se reciba, qué duración y profundidad tendrá la recensión en ciernes, qué posibilidad hay de recuperar los depósitos sin caducidad de las Cajas, hasta dónde se ejercerá la posibilidad de que las viviendas hipotecadas puedan darse como dación en pago    etc. Las incidencias externas, como un eventual default de Portugal o un aumento del precio del petróleo son, tan sólo, algunas de posibilidades adicionales que facilitarán – o no – la vuelta a la normalidad.