- El valor de los datos no solo se localiza en las actividades más intensivas en digitalización y tratamiento de la información que tienen su reflejo en transacciones en los mercados, sino que debe incorporar todos los datos generados en los diferentes sectores y no sólo los transados en el mercado, lo que configura un nuevo sector denominado “sector económico de datos”.
- Este “sector económico de datos” estimado por el IEE, por vez primera para España, supuso el 4,8% del total del VAB y del empleo de la economía española en 2018: 54.000 millones de euros y 860.000 empleos.
- Desde la perspectiva de la demanda, el “sector económico de datos” se caracteriza por su posición como proveedor de servicios que a su vez contribuyen al desarrollo del resto de los sectores económicos. A partir de la cuantificación de los multiplicadores de la actividad del sector de datos en España se determina que por cada euro que aumente dicha actividad, se contribuye a aumentar 1,8 euros el PIB.
- El estudio supone un avance en el conocimiento de este sector de la actividad y una ampliación del perímetro de cálculo, lo que tradicionalmente se ha considerado la economía del dato, como los que hace la Comisión Europea, limitándose al valor de mercado de los datos transados en sus indicadores. De cualquier modo, en estos indicadores la economía del dato en España se sitúa cerca de los valores promedio del conjunto de la Unión, en lo referente a la participación de esta actividad sobre el total de la producción.
- Un déficit importante es que nuestro nivel relativo de ocupación en estas actividades es de un orden de un 25% inferior al promedio de la UE, lo que la fuerte demanda de este tipo de profesionales y de estas competencias digitales en las empresas, que a su vez obliga a una mayor oferta de formación de este tipo de competencias digitales tanto para este tipo de perfiles profesionales, como para el conjunto de los trabajadores.
- La incorporación de la economía del dato a la realidad necesita, a su vez, su adecuado registro de una forma armonizada a nivel internacional. Esto supondría considerarlo como bien de inversión y no como consumo intermedio. En la práctica, esto supondría un incremento del importe del PIB nominal que con un protagonismo creciente del dato, no podemos desdeñar.
Madrid, 15 de junio de 2022. El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, ha presentado la Revista del IEE “El impacto económico del sector del dato en España. Una propuesta de cuantificación”. Desde el IEE consideramos que la naturaleza de este fenómeno ha propiciado que el valor de los datos no solo se localice, exclusivamente, en un segmento concreto de los agentes que están más vinculados con actividades económicas específicas que tienen su reflejo en transacciones en los mercados, sino que entendemos que este proceso tiene efectos económicos sobre el conjunto de la economía y debe incorporar todos los datos generados y no sólo los transados en el mercado, y que denominamos “sector económico de datos”. De esta forma, se ha desarrollado una metodología pionera en Europa que estima un nuevo sector económico completo que se integraría dentro de las cuentas nacionales y permitiría el análisis de impacto económico a partir de las relaciones intersectoriales que se establecen entre este sector y el conjunto de los sectores y agentes de la economía.
Este “sector económico de datos” estimado por el IEE, por vez primera para España, es especialmente relevante para la economía española, encontrándose este sector entre los diez primeros de la economía española, tanto por el valor de su producción como por la cifra de valor añadido y por la de empleo. Este VAB del sector económico de datos de la economía española alcanzó, aproximadamente, los 54.000 millones de euros; es decir, el 4,8% del total del VAB de la economía española en 2018. En términos de empleo, la participación de este sector sobre el conjunto es similar a la del VAB (4,8%), lo que implica la participación de 860.000 empleos en el sector. Este valor caracteriza al sector de datos como intensivo en la utilización de empleo asalariado.
Dentro de los resultados obtenidos para el “sector económico de datos” en España destaca su intensa utilización del empleo en la producción, destaca, por el lado de la oferta, un uso menos intensivo de consumos intermedios en comparación con el resto de los sectores, lo que proporciona una mayor relación entre el valor añadido obtenido. Esta cuestión podría estar relacionada con una infrautilización del capital tecnológico en la cadena de valor de los datos, y apuntaría a la necesidad potencial de mejora de los procesos de digitalización orientados por el dato para el conjunto de los sectores de la economía.
Desde la perspectiva de la demanda, el “sector económico de datos” se caracteriza por presentar un elevado porcentaje de la demanda intermedia con respecto a la demanda final, propio de una intensa utilización intersectorial de su output. Esta característica le confiere al sector de datos una posición fuerte como proveedor de servicios, dotándole de una mayor capacidad para contribuir al desarrollo del resto de los sectores económicos. A partir de la cuantificación de los multiplicadores de la actividad del sector de datos en España se determina que por cada euro que aumente dicha actividad, se contribuye a aumentar 1,8 euros el PIB.
Nuestro estudio supone un avance en el conocimiento de este sector de la actividad y una ampliación del perímetro de cálculo lo que tradicionalmente se ha considerado la economía del dato. A este respecto, la Comisión Europea limitándose al valor de mercado de los datos transados, señala que la economía del dato se situó en el 2,4% del total del Valor Añadido de la economía y ocupó a 422.000 personas, lo que, en términos relativos, se corresponde con el 2,5% del total de la población ocupada asalariada de nuestro país. En este indicador de la economía del dato desarrollado por la Comisión Europa, que tiene como principal ventaja la posibilidad de hacer comparaciones entre países, se puede extraer que, si bien España se sitúa cerca de los valores promedio del conjunto de la Unión, en lo referente a la participación de esta actividad sobre el total de la producción, el porcentaje de ocupados de estas actividades sobre el total del empleo en la economía española es inferior en, aproximadamente, un 25% a la que se registra en el conjunto de la Unión.
Según el indicador de la Comisión Europea, España ocupa en términos relativos de empleo uno de los últimos puestos del ranking europeo, a la vista del VAB del sector. De hecho, existe una elevada demanda de este tipo de profesionales y de estas competencias digitales en las empresas, lo que debería traducirse en un mayor aumento de la ocupación en este sector durante los próximos años y en una mayor oferta de formación de este tipo de competencias digitales, tanto para este tipo de perfiles profesionales, como para el conjunto de los trabajadores.
Podemos constatar que el exponencial proceso de digitalización ha aumentado radicalmente tanto el volumen de datos en la economía como nuestra capacidad para poder procesarlos y extraer valor económico de los mismos. El “dato” es la base sobre la que se apoya toda la tecnología digital y, por lo tanto, se convierte, fundamentalmente para las empresas y las Administraciones, en un activo que apuntala cualquier proceso de transformación digital que se efectúe. Según Íñigo Fernández de Mesa, el rápido avance de la digitalización “ha supuesto una revolución sobre el uso del dato como contenido informativo que genera conocimiento y valor económico”.
Hay que destacar que había ciertas barreras o dificultades que han superado con éxito y que están relacionadas con la falta de cualificación del capital humano con las competencias digitales necesarias; las dificultades de adaptación a los cambios que se producen en los procesos internos operativos y de gestión; las dificultades de acceso a los recursos financieros necesarios para la inversión en este intangible o; los costes asociados para el cumplimiento de determinadas barreras regulatorias existentes, entre otras.
Este proyecto ha contado con la colaboración de los mejores expertos privados en la materia de España, como han sido Agbar, BBVA, Banco Sabadell, Colegio de Registradores, Telefónica Unespa o Inversis, así como Juan Manuel López Zafra, director general de Economía de la Comunidad de Madrid, que ha participado en la presentación y ha señalado que “al igual que ocurre en todos los órdenes de la sociedad, la Administración del Estado no es ajena a la transformación de la relación con su entorno. Los procedimientos, con el objetivo de preservar la transparencia y la seguridad jurídica, son mucho más lentos aquí que en la empresa, pero ello no debe ser óbice para que la adaptación se produzca. Los ciudadanos reclamamos una Administración segura, transparente, equitativa, pero al mismo tiempo ágil. Los institutos públicos de estadística han liderado, históricamente, la transformación y la implantación de nuevas metodologías; hoy, sin embargo, avanzan en la retaguardia de la innovación que proporciona el sector privado, donde están surgiendo importantes avances en los campos de la ciencia de datos, la analítica de negocios y el gobierno del dato”.
Por otro lado, Ricardo Gimeno, jefe de División de Análisis e Inteligencia Artificial del Banco de España, que también ha colaborado en el trabajo, ha señalado en su intervención que “el papel central de un banco central dentro del sistema financiero lo sitúa en una posición privilegiada para la creación de bases de datos únicas con millones de registros. Aunque en el objetivo primario de la creación de estas bases de datos no se encuentra su explotación dentro de la definición clásica del Big data, la han explotado algunas de ellas en esta dirección, como destacan los estudios en los que se ha usado la central de riesgos para análisis de la estabilidad financiera, o la implementación de la política monetaria”.
El desayuno ha sido clausurado por Dª. Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, la cual ha sido la encargada de realizar la Presentación de la Revista, con el título ‘La economía digital como vector de crecimiento inteligente’. Durante su intervención ha señalado que “los datos de los europeos, de las empresas y de las personas, deben retenerse y procesarse en Europa. Además, es importante construir grandes espacios de datos compartidos. Nuestro país va a ser el encargado liderar en espacio de datos de turismo, desde España para todo Europa.”
Así mismo, han colaborado en este trabajo Agbar, BBVA, el Colegio de Registradores, entre otros.
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