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Íñigo Fernández de Mesa, Presidente del Instituto de Estudios, ha señalado que la economía española ha sufrido un cambio estructural muy significativo en los últimos diez años por dos características, la primera, por ser más abierta, ya que ahora exportamos más que antes; y la segunda, porque creamos mucho más empleo. Este cambio estructural en la economía se ha producido gracias a dos reformas, la del mercado de trabajo y la del sector financiero, que ha sido fundamental.
Durante una entrevista concedida a Proa Comunicación, Fernández de Mesa ha indicado que se está produciendo una desaceleración significativa en la economía española. Y añade que tenemos un gran reto, el déficit público y la deuda pública. De este modo, enfatiza en que el gobierno tiene que ser prudente y precavido en este tema.
Respecto a la reputación, en el sector financiero y en la banca, en particular, señala que es fundamental. La reputación es básica. Ha recordado que la reforma de 2012, cambió drásticamente el gobierno corporativo del sistema financiero español, convirtiéndolo en uno de los más transparentes de Europa. Además, es fundamental la salud del sector financiero, por su importancia desde el punto de vista estratégico de crecimiento económico de nuestro país.
Por otro lado, para el Presidente del IEE la economía española tiene tres grandes retos para los próximos años. El primero es el déficit público y la deuda pública. El segundo es nuestra alta tasa de paro, por lo que señala que hay que ser muy precavido, sobre todo en todo lo relativo a la reforma laboral y hay que hacer aquellas reformas que permitan mejorar el mercado laboral. Y el tercer reto, en el contexto de desaceleración económica, es enfatizar en la eficiencia del gasto público, ya que hay mucho margen de mejora sin reducir nuestro estado de bienestar. Pero la peor medicina para salir de este proceso de desaceleración es aumentar los impuestos.