La colaboración público-privada en la gestión de servicios públicos, primordial para el crecimiento económico
Se presenta el libro La Colaboración público-privada en la gestión de los Servicios Públicos, publicada por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que pretende ofrecer una reflexión plural de la necesidad de la colaboración entre el sector público y privado para fomentar la innovación y contribuir a la eficacia y la eficiencia de los servicios públicos
Barcelona, 20 de junio de 2019.- La sede del Col·legi d’Economistes de Catalunya en Barcelona ha acogido hoy la presentación del estudio "La Colaboración público-privada en la gestión de los Servicios Públicos" publicada recientemente por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). El acto, presidido por el Decano del Col-legi d´ Economistes de Catalunya Anton Gasol , ha contado con la participación de Almudena Semur, Secretaria General del Instituto de Estudios Económicos, Valentí Pich , Presidente del Consejo de Economistas, Salvador Guillermo, Secretario General Adjunto de Foment, Ramiro Aurín, Director General de la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos; Ramón Tamames, Catedrático de Estructura Económica, y Pere Macias, Doctor Ingeniero de Caminos Canales y Puertos El decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya, Anton Gasol, ha dado la bienvenida al acto reafirmando la importancia de la publicación para dar luz a las ventajas de la colaboración entre el sector público y privado en la gestión de bienes y servicios públicos. A continuación, la Secretaria General del Instituto de Estudios Económicos, Almudena Semur, ha reivindicado la necesidad de esta obra por "la confusión en relación a la gestión de los servicios públicos" existente hoy en día en la opinión pública. "Esta obra pretende ver los beneficios y las desventajas de la colaboración público-privada en el crecimiento económico", ha asegurado. En el acto también ha intervenido Ramiro Aurin, Director General de la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos, el cual ha querido poner los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 como claro ejemplo de la importancia de la colaboración público-privada en la gestión de servicios. "Una sociedad incapaz de mantener un clima de la colaboración entre el sector público y privado, o es una sociedad inmadura o es una sociedad enferma", ha afirmado. A su vez, Ramón Tamames ha reivindicado la colaboración existente en sectores como la educación o la sanidad. "Los avances en innovación de la sanidad pública no serían iguales si no existiera la sanidad privada", ha dicho, asegurando que la eficacia y la eficiencia son la mejor defensa del sector privado en la gestión de servicios públicos. Finalmente, ha intervenido Pere Macias, quien ha abogado por la creación de un clima que sea proclive para mejorar la confianza entre el sector público y privado. La clausura del acto ha ido a cargo de Salvador Guillermo y Valentín Pich. Guillermo has asegurado que lo importante es que la prestación de los servicios públicos sea adecuada y no quien lo presta ni cómo lo hace. Por su parte Pich ha querido remarcar el papel de los economistas en iniciar debates trascendentes para la sociedad. Sobre el libro El libro expone que desde el comienzo de la crisis económica del 2008 ha aparecido una creciente ola de opinión tendente a la re municipalización de los servicios públicos. Sin embargo, no se puede re municipalizar lo que, de facto, ya es de titularidad municipal. A nivel local son múltiples los servicios que se prestan y que pueden verse afectados por el actual debate: desde el ciclo integral del agua hasta la movilidad urbana. La actual Ley 7/1985, Reguladora de las Bases del Régimen Local, permite la gestión directa, ya sea a través del propio Ayuntamiento o con organismos dependientes del Ente local, y la gestión indirecta, ya sea a través de una concesión o con otra figura jurídica incluida en la normativa, del servicio público de que se trate. La Revista trata de hacer una reflexión sosegada y plural de la necesidad de la colaboración público-privada en la prestación de los servicios públicos, planteando cuáles son sus beneficios y ventajas, así como preguntándose acerca de sus desventajas y riesgos. Pero siempre partiendo de la premisa de que, al final, lo más importante es proporcionar al ciudadano, que es el usuario final, unos servicios públicos guiados por el principio de excelencia. Y que dicho principio se puede lograr por el sector público, así como por empresas privadas y mixtas, y que la cantidad y la calidad debe ser el único baremo para juzgar y valorar los servicios públicos. Los Entes públicos tienen capacidad de actuación en multitud de aspectos del proceso de prestación del servicio, mediante los que pueden mejorar su desarrollo final, que van desde una regulación adecuada, ágil y flexible que sea capaz de adaptarse a los nuevos retos que la sociedad afronta hasta un proceso de exigencia de trasparencia en la gestión, así como de control y supervisión. En cuanto a la regulación, es básico crear un entorno de estabilidad legislativa que garantice la inversión a los proveedores de servicios, aspecto fundamental en determinados sectores, en los que prima la inversión a largo plazo que requiere ante todo de seguridad jurídica. Entre los motivos que se vierten en contra de la colaboración del sector privado en la gestión de los servicios públicos municipales se suelen citar tres. En primer lugar, se argumenta que el objetivo de maximización de beneficios de las empresas va en contra del interés colectivo. En segundo lugar, otra crítica recurrente es que la prestación privada de los servicios públicos, mediante el pago de estos, perjudica y deja en situación de vulnerabilidad a aquellos con menores recursos. En tercer lugar, y en relación con el empleo, se suele decir que la calidad del mismo suele ser peor cuando el servicio municipal se presta mediante concesión que cuando lo proporciona directamente la Administración pública. La evidencia empírica no deja bien paradas estas críticas que aluden a las ventajas que proporciona la colaboración público-privada. Por un lado, gracias a los acuerdos de colaboración con el sector privado, las Administraciones públicas cuentan con una mayor capacidad de inversión en la gestión de los servicios públicos, pudiendo garantizar su prestación en condiciones de calidad sin necesidad de aumentar su nivel de endeudamiento. Por otro lado, que participen empresas privadas, cuya actividad habitual es la que van a prestar en colaboración con el sector público, genera importantes economías de escala. Además, los cambios internos dentro de la Administración son más lentos y menos flexibles que en el sector privado, lo que representa un problema a la hora de hacer frente a situaciones de urgencia. Mediante una adecuada regulación la colaboración público-privada permite una mayor capacidad de adaptación a los cambios por parte de los prestadores del servicio público. Asimismo, y gracias al entorno competitivo en el que se mueven las empresas privadas, estas necesitan, como elemento clave de su estrategia, invertir parte de sus beneficios y de sus recursos en I+D+i. Por lo que, mediante la gestión indirecta de los servicios públicos, las Administraciones locales y, en última instancia, los ciudadanos se pueden beneficiar de ese entorno de innovación en el que operan los gestores privados